Las viviendas pequeñas o de estructura compacta tienen menos pérdidas de calor, por ejemplo, una vivienda de un bloque, demanda menor energía que una vivienda unifamiliar aislada. Por ende, es imprescindible que los planos urbanísticos de los que se disponga, incorporen desde su concepción, los parámetros de eficiencia de energía.

La orientación de la vivienda es también un punto importante, por ejemplo, si se tiene una vivienda con la fachada orientada hacia el sur, esta tendrá grandes aportaciones de sol en el invierno. Las fachadas orientadas hacia el norte, tendrán pocas ganancias solares y lumínicas, así como considerables pérdidas térmicas.

Existen sistemas constructivos que permiten la captación de la energía lumínica y térmica del sol, pero también hay que contar con un sistema de sombreado, así como de ventilación, para no estar expuestos a un sobrecalentamiento en el verano.

En conclusión, la Arquitectura Bioclimática es importante para ayudar a frenar los problemas ecológicos que el ser humano ha ocasionado y para aprovechar los recursos renovables de una mejor manera.